Hace unos días os dábamos un sencillo, barato y efectivo truco para eliminar esas molestas y antiestéticas manchas de la pared.
También os advertíamos que no utilizarais un paño húmedo, que no aplicarais agua si no estabais seguro del tipo de pintura que tenía vuestra pared, porque si frotabais, ibais a arrastrar parte de la pintura y lo que era una manchita se convertirá en un manchurrón que no es otra cosa que el haberos cargado la capa más superficial del pigmento. Por mucho que sigáis frotando y limpiando, no lo solucionaréis, o al revés, lo empeoraréis.
¿Qué hacer si ya habéis llegado a este problema?
Bueno, pintar la pared, claro. Pero si de momento queréis probar un "parche" o remedio casero para disimular la mancha, he aquí otro sencillo truco.
Tizas. Si vuestra pared es blanca (o lo era;), pues tiza blanca. Con mucho cuidado de no cargaros más pintura original, "pintáis" sobre la mancha (una vez seca tras vuestro anterior estropicio!). El truco está en deshacer una generosa cantidad de tiza sobre la mancha y extenderla uniformemente con el dedo. Obviamente, el resultado será menos grotesto en superficies o paredes tipo gotelé, donde el acabado final se puede disimular mejor.
Vale. No os quedará una pared inmaculada, pero mientras no pintáis, no meterá tanta pena;)
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