Comprar coche de segunda mano, consejos

La venta de coches de segunda mano crece mientras la de los nuevos sigue cayendo, pese a los diferentes planes de ayuda. Si estás pensando en cambiar tu coche por uno usado, ten en cuenta algunos consejos clave que podrán serte de utilidad. 

¿Qué debes revisar? Bueno, si tienes a algún amigo que controle de coches, llévatelo contigo claro. Pero hay un par de comprobaciones que nunca están de más. 

Con el motor apagado: 

Vistazo a primera vista, que te dará una visión rápida de si el coche ha sido muy usado y cómo de cuidado ha estado. 

-Lo primerísimo. El número de kms recorridos. Por debajo de 100.000 km estamos hablando de un coche de uso bajo. Hasta los 200.000 bastante uso. Por encima, mucho uso. 

-Estado de chapa y pintura: Abolladuras, golpes, rascazos, estado de la pintura, etc. Fíjate en las uniones de piezas, sobre todo en los quicios de las puertas, donde puedes tener acceso a ver parte del interior de las mismas y carrocería: Si adviertes que alguna parte está más nueva que otra, o con etiquetas recientes frente a otras, desconfía de algún posible cambio por golpe o accidente.

-Interior: Estado de los bajos (bajo las alfombrillas, que suelen metérselas nuevas en los concesionarios, no de te dejes engañar). / Estado de asientos delanteros y traseros, sobre todo el del conductor (ojo al desgaste, sobre todo en los bordes, y chirridos al sentarte). Desgaste de volante (un buen indicativo del uso aunque hayan reseteado el kilometraje -una práctica ilegal, recuerda-), estado del techo (coche de fumador, techo oscurecido o manchado)./ Estado de manetas interiores de las puertas.

-Bajos. Vale la pena agacharte por debajo y echar un ojo al bajo del motor. ¿Hay aceite por todos lados? Si sí, ya sabemos que hay al menos una pequeña fuga en, por lo menos, juntas de carter o de culata, otra clave a revisar.

-Motor. No te confundas. Un motor sucio no siempre es sinónimo de mal estado, y viceversa. Pero vale la pena fijarte si se trata de un petroleado o limpieza del concesionario o si, verdaderamente, se ve un motor cuidado por su anterior dueño. 

Estado de las correas (el concesionario te las debería meter nuevas), edad de la batería (igual), estado general de componentes (alternador, bloque, etc). 

Encendido: Coche parado: 

-¿Ha encendido a la primera y bien o con trabajo? (la dificultad de un arranque en frío y en exterior es mayor que en caliente o en interior). Ojo con el motor de arranque.

-Humos. ¿Ha provocado una humareda al arrancar? ¿Echa humo en exceso, negro, etc, al acelerar? Si sí, está quemando aceite = fugas internas en el motor. 

Ruido al ralentí, acelerados. ¿"Pitan" o "chillan" las correas? 

-Cuadro: ¿Algún chivato encendido = avería?

En marcha: 

-Salida: Un poco acelerada, con las ruedas metidas a un lado primero y a otro después. ¿Hay ruido de carraca? Si sí, palier en mal estado. Compruébalos también en rotondas y giros bruscos y pronunciados. 

-Revisa la suspensión. ¿Es elástica y silenciosa?

-¿Responde con soltura al acelerado? ¿Remonta bien las cuestas arriba pronunciadas? Si tiene sistema de turbo, "silva" en grandes acelerones (es decir, se pone en marcha)?

-¿Las marchas engranan sin problemas?

-¿Ruidos extraños? El oído es clave en el análisis con el motor encendido y coche en marcha.

-Comprueba también el sistema de frenada + freno de mano (coche parado en cuesta).

-Chequea todas las "pijadas": Desde luces, manetas, ventilación y demás "extras". 

Y exige garantía de al menos un año. Es importante, por cualquier avería que pueda surgir o encontrarte más tarde. 

Tras la compra, deberías hacer un cambio de filtros y aceite (para estar seguro de que no te pasarás de kms) y revisar el estado de la correa de distribución. Este último componente es caro, así que si hay que cambiarlo exige que te la entreguen ya renovada. Su rotura es sinónimo de avería muy cara.