Si tienes problemas al arrancar Windows y no cuentas con el ya comentado "disco de arranque", existe un truco bien sencillo que, en la mayoría de los casos, resolverá tu problema. ¿Quieres saber cuál? Pues este breve post, es tu post.
Algo pasa. Normalmente tras una instalación, desinstalación o una operación que toque los archivos de sistema de Windows, el ordenador enciende pero el sistema operativo no funciona. Ya en las primeras pantallas de carga, sale el típico pantallazo azul o un mensaje que impide la carga normal de Windows y contra la que no tienes nada que hacer... Aparentemente.
Prueba lo siguiente: Enciende el ordenador y pulsa repetidamente la tecla F8, hasta que se abra una pantalla, que será como esta:
En esta lista de opciones que se te abren, prueba con "iniciar Windows con la última configuración buena conocida (la última que funcionó)". Generalmente, esto permite iniciar Windows en casi todos los casos.
Otra opción posible sería "Iniciar Windows en modo prueba de errores" o "En Modo Seguro", dependiendo de la versión que tengas. Esto posibilitará iniciar el sistema operativo de forma muy básica, lo que te permitiría después ejecutar en inicio --> accesorios --> herramientas del sistema--> la aplicación "restaurar sistema", clicando en un punto de control anterior.
¡Esperamos haberte ayudado!
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